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sábado, 26 de noviembre de 2011

Me he quedado con tu cara!

Y no lo digo yo, no, lo dice  Martín Giurfa, de la Universidad de Toulous quien movido por la curiosidad que despiertan en él las abejas decidió realizar una investigación para saber si era posible que estos insectos podían reconocer rostros humanos, la prueba era sencilla : dos  fotografías en la que aparecían representaciones a partir de lineas y puntos para esquematizar un rostro humano una de esas fotos tenía un poco de azúcar como cebo para el insecto; una vez retirado el premio se comprobó como la abeja seguía acudiendo a la misma fotografía.Para rematar este sorprendente experimento, decidió colocar una fotografía  en la que podía observarse perfectamente la cara de una persona (esta vez sin recompensa) entre otras fotografías que no tenían nada que ver; la abeja seguía acercandose a la fotografía que representaba la cara humana.
La verdad, no creo que la noticia sea lo que nos están vendiendo, sinceramente desde mi humilde punto de vista, creo que las abejas se acercan a dicha fotografía porque recuerdan que les proporcionaban una  recompensa simplemente eso así que, otra vez más, la ciencia debería volver a replantearse  la veracidad de algún que otro experimento. 

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